INMEDIATO CIERRE DE MATADEROS Y CURTIEMBRES

Por no cumplir las normas ambientales y seguir contaminando el río Bogotá, la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) anunció el cierre inminente de 146 mataderos y 190 curtiembres que vierten sus desechos a las aguas del río. Se trata de una medida sin precedentes en el país.

 

Se nos agotó la paciencia y se agotó el tiempo -dijo la directora de la entidad, Gloria Lucía Alvarez Pinzón-. Para nadie es desconocido el tema porque han sido 20 años de cuestionamientos, sentencias judiciales, actos administrativos, se han abierto los escenarios de negociación con ellos y no hay una salida para que solucionen el problema .

 

De hecho, el pasado miércoles el Consejo Directivo de la CAR -que representa a 104 municipios de Cundinamarca y Boyacá y del que hacen parte la Presidencia de la República, el Ministerio de Ambiente, empresarios, alcaldes y un vocero de la comunidad indígena- le dieron un espaldarazo a la determinación de la entidad ante el fracaso de los llamados a las industrias para que adopten medidas.

 

La clausura de los establecimientos comenzará a hacerse efectiva de manera gradual en un par de semanas, una vez finalice la identificación de los que están violando las normas.

 

La funcionaria explicó que en los tres meses que lleva al frente de la CAR ha sostenido cuatro reuniones con los voceros de esas empresas, pero no han hecho nada para controlar los desechos químicos y orgánicos y los siguen arrojando al río.

 

Por ejemplo, explicó que la sangre de los animales sacrificados se bota directamente pese a que tiene una capa de proteína que al solidificarse tapona los alcantarillados en tanto que las heces presentes en los intestinos de una sola res (que equivale a los que producen 300 personas) van al río.

 

Además de hacer vertimientos en el río sin tratamiento alguno están invadiendo la ronda de protección hídrica (franja en cada orilla) y eso desequilibra el ecosistema , insistió Alvarez.

 

En el caso del curtido del cuero (en gran parte artesanal) los residuos de plomo y sulfuro van al río sin tratamiento. El problema se agrava con las evidencias de que malformaciones genéticas que están padeciendo personas de Villapinzón y Cogua se han generado porque las industrias funcionan en el mismo lugar de habitación de las familias.

 

Las empresas cobijadas con la medida están ubicadas principalmente en Chocontá, Villapinzón y Cogua, en la cuenca media del río, que registra los más altos niveles de contaminación. Su cierre afecta a decenas de familias que dependen de ellas para sobrevivir.

 

Las curtiembres, por ejemplo, generan unos 1.100 empleos, de los que derivan su sustento igual número de familias con un promedio de 4 a 6 integrantes. Respecto de los mataderos, las cifras no son tan precisas, pues depende de su capacidad y del número de animales que sacrifican.

 

En todo caso, por cada res se requieren en promedio tres trabajadores. Para citar un ejemplo, en el de Zipaquirá se sacrifican de manera simultánea 17 animales (es decir, 51 personas).

 

La CAR envió a la Procuraduría el cronograma de cierre de esos establecimientos para que vigile el proceso y, de manera simultánea, hizo un llamado a los municipios para que sacrifiquen las reses en zonas vecinas y evitar un eventual desabastecimiento de carne.

 

No es una solución agradable llegar a sellar industrias que generan reacciones sociales y en el caso de curtiembres hasta problemas de orden público, pero esperamos que la sociedad respalde lo que estamos haciendo , puntualizó Alvarez.

 

Esta es una de las 190 curtiembres que van a ser cerradas por la CAR en las próximas semanas. Está en Villapinzón, donde existen 140 de estas empresas.

 

 Fuente: El Tiempo.